July 11, 2016

Tiendita en Boyle Heights lucha contra el aburguesamiento y por quedarse en el barrio

Activistas atribuye al aburguesamiento la salida de familias de bajos ingresos y humildes negocios hispanos de barrios latinos

Maria Ramirez y su hermano Miguel van ir a la corte para evitar que desalojen su supermercado Ok Market de una popular calle de Boyle Heights. (Photo Aurelia Ventura/ La Opinion)

Maria Ramirez y su hermano Miguel van ir a la corte para evitar que desalojen su supermercado Ok Market de una popular calle de Boyle Heights. (Photo Aurelia Ventura/ La Opinion)

POR:ISAIAS ALVARADO

Otro humilde negocio latino en Boyle Heights se ha enfrascado en un pleito contra el aburguesamiento, ese fenómeno de cambio demógraafico que atrae a personas más pudientes a un vecindario, elevando con ello las rentas y el precio de las propiedades.

Ahora es la tienda de abarrotes OK Market, ubicada en el bulevar Whittier y cuyos dueños enfrentan un proceso de desalojo supuestamente para ceder su espacio a una sucursal del corporativo 7-Eleven.

A solo unas cuadras de ahí, el negocio Carnitas Michoacán #3 parece estar destinado a la extinciónpor la llegada de una franquicia de la cadena de restaurantes de comida rápida Panda Express.

Activistas lo atribuyen al cambio demográfico que está echando del barrio a familias hispanas de bajos ingresos y que presuntamente se aceleró con la construcción del nuevo puente de la Calle Sexta y los planes de construir apartamentos de lujo en el antiguo edificio de Sears.

“Eso nos está afectando”, aseguró María Ramírez, copropietaria de OK Market, una empresa en la que se embarcó hace nueve años sin saber que se enfrentaría a los efectos de la crisis hipotecaria.

“La agarramos en un mal momento, pero es la inversión de mi hermano y aquí estamos, tenemos que seguir”, señaló Ramírez detrás del mostrador de este local que abastece sobre todo a los vecinos.

Maria Ramirez , dueña de Ok Market, habla con Elvira Barrales. “Agarramos la tiendita en un mal momento, pero es la inversión de mi hermano y aquí estamos, tenemos que seguir”, asegura. (Aurelia Ventura/ La Opinion)

Maria Ramirez , dueña de Ok Market, habla con Elvira Barrales. “Agarramos la tiendita en un mal momento, pero es la inversión de mi hermano y aquí estamos, tenemos que seguir”, asegura. (Aurelia Ventura/ La Opinion)

Una inversión familiar

Ella y su familiar, Miguel Ramírez, ambos originarios de Nayarit, aceptaron tomar las riendas de la tienda con una inversión de $48,000.

Pero el 25 de abril, después de casi nueve años de sobrellevar la notable ausencia de clientes, el nuevo dueño del edificio les notificó que en 30 días debían salir de la propiedad.

Mudarse es algo complicado para estos microempresarios cuyas pobres ganancias se reflejan en una fila de refrigeradores vacíos y en una fachada que conserva el nombre del negocio anterior.

“¿Cómo vamos a sacar los refrigeradores? No tenemos dinero para invertir o ir a buscar otro lugar”, dice Ramírez, quien cuenta que en los peores días solo venden 250 dólares, la mayoría de bebidas y papas fritas que compran sus vecinos y trabajadores de negocios cercanos.

Esta mala racha los ha llevado a ignorar una regla de oro de todo abarrotero: fían o venden con la promesa de que les pagarán pronto.

“Si les falta una ‘cora’ [moneda de veinticinco centavos], no importa, al rato nos la pagan; si piden papitas fiadas, no hay problema”, dice Ramírez.

La duena del OK Market Maria Ramirez busca evitar ser desalojada por el nuevo dueño del edificio donde tiene su negocio. (Aurelia Ventura/ La Opinion)

La duena del OK Market Maria Ramirez busca evitar ser desalojada por el nuevo dueño del edificio donde tiene su negocio. (Aurelia Ventura/ La Opinion)

Vecinos los apoyan

Algunos residentes del barrio se han sumado a la defensa de esta tienda. “Está mal que nos quieran poner un negocio que nos dará todo más caro”, dijo Luis Espinoza, originario de Jalisco.

Desde el pasado viernes, antes de una audiencia en la corte con el dueño del edificio, los hermanos Ramírez y la organización Unión de Vecinos recolectaron más de 300 peticiones para retener el local.

“Lo defendemos porque es un importante recurso para la comunidad y porque está en medio de este desarrollo que está ocurriendo aquí”, menciona Elizabeth Blaney, organizadora de Unión de Vecinos, quien apunta que el principal impacto se observa en la construcción de más de 5,000 viviendas de lujo.

Hace poco, el grupo colaboró en una acción que evitó el desalojo de una familia hispana que renta en la parte alta de OK Market.

“Estaban hostigando a los vecinos”, afirmó Blaney.

La Opinión llamó al celular del dueño del edificio, pero éste no respondió a los llamados para comentar para esta nota. Tampoco se obtuvo un comentario de 7-Eleven, con más de 10,000 franquicias en Norteamérica.