November 4, 2004

Difícil derrota para activistas

Tras trabajar duramente para sacar el voto y lograrlo, las organizaciones locales progresistas resienten profundamente el triunfo de Bush


Jorge Luis Macías
Reportero de La Opinión

04 de noviembre de 2004

Reacciones de desilusión y tristeza causó la derrota del candidato presidencial demócrata John Kerry entre los grupos locales y activistas que trabajaron arduamente en favor de la agenda y el candidato que consideraban más afín a sus intereses, pero algunos se consolaron indicando que la masiva participación de votantes en las urnas es indicativa de progreso, particularmente para los latinos.

“Yo quería un cambio de liderazgo en el país. Como bisabuela que soy, ya no quiero guerra, sólo paz, pero aun así seguiré luchando por mis 11 hijos, 32 nietos y 15 bisnietos”, dijo Julia Botello, integrante de la Asociación de Organizaciones Comunitarias para la Reforma Ahora (ACORN) de Los Angeles. “¿Cuándo vamos a tener paz en Estados Unidos..? Tengo la esperanza que ojalá cambie este hombre [George W. Bush]”.

Kerry se quedó a más de 3.5 millones de votos detrás de Bush en todo el país, aunque ayer pidió a sus seguidores a que no pierdan la fe.

“Yo sólo tengo fe en el futuro de la democracia del país, pero no de la presente ejecución de la democracia en esta elección”, dijo Isaac Lieberman, miembro de Alianza Democrática para la Acción de Santa Clarita, que respaldó a Kerry.

Lieberman contó que lloró cuando Kerry anunció su decisión de tirar la toalla.

“Yo nunca tuve fe en la mecánica del proceso de elección que controlan los republicanos mediante el sistema computarizado que no otorga a nadie un documento que compruebe el voto emitido”, dijo. “Ahora nos tomará mucho esfuerzo en los próximos meses y años para tener un sistema claro y honesto para elegir a nuestros representantes”, dijo.

El desenlace de la elección, sin embargo, fue motivo de júbilo y desazón para la central sindical AFL-CIO.

“A nivel local, estamos contentos porque las familias trabajadoras lograron derrotar al Partido Republicano y al gobernador [Arnold Schwarzenegger”, dijo Hilda Marella Delgado, vocera del organismo laboral. “Ganamos todos los puestos demócratas, y las familias trabajadoras ayudaron al presidente de la Asamblea estatal a mantener una base demócrata en California”.

La AFL-CIO apoyó las Proposiciones 59, 60, 61, 62 y 63, que fueron aprobadas, aunque la 72 tuvo una suerte diferente. Esta última reafirmaría la legislación que obliga a las empresas a otorgar seguro de salud a los empleados.

“La Proposición 72 hubiera ayudado a miles o millones de trabajadores para que los patrones le proporcionaran seguro médico”, dijo Delgado. “Pero hubo campañas de miedo por parte de Wal-Mart y del Pollo Loco, que dieron un millón y 700 mil dólares para derrotar la iniciativa. Aunque perdimos, estas compañías nacionales o internacionales deben ser obligadas a proporcionar ese recurso”.

A nivel nacional, AFL-CIO invirtió bastante dinero para movilizar a votantes de Nevada, ganada por Bush, y Nuevo México, en cerrada disputa.

“Estábamos decepcionados, a pesar de que hicimos más de cien mil llamadas; obviamente estamos tristes por lo que pasó, pero más nos preocupaban las familias trabajadoras”, dijo Delgado. “Hemos visto que se siguen perdiendo trabajos, y eso no lo vio la base conservadora [de electores], que se enfocó más en situaciones de moralidad y religiosas que no tienen ningún lugar en [las políticas de] el gobierno”.

Leonardo Vilchis, coordinador de la Unión de Vecinos de Boyle Heights, reconoció que, en términos de cifras, “la victoria de Bush es legítima, aunque la comunidad está desilusionada”.

“Había esperanzas por tener un nuevo gobierno a favor de las familias trabajadoras y los inmigrantes y que buscara la paz”, indicó Vilchis. “Pero la comunidad seguirá trabajando para que haya buena educación en nuestras escuelas, se otorguen servicios médicos para todos y haya apoyo a los inmigrantes del Este de Los Angeles”.

Resaltó la participación cívica de los votantes latinos en esa zona, la que consideró “histórica” , porque, en casillas donde sólo se habían presentado unos 200 electores, este año los números se duplicaron: “Nuestra gente quiere más respeto y apoyo”.

La alta concurrencia a las urnas fue considerada por la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Elegidos y Nombrados (NALEO) como una “gran victoria” para los latinos.

“La comunidad latina hizo historia al aumentar su participación en más de un millón de nuevos votantes, comparado con la elección presidencial de 2000”, dijo Arturo Vargas, presidente NALEO. “Nuestra democracia se refuerza cuando todos sus ciudadanos toman parte completa en el proceso político y hacen que sus voces se escuchen”.